Sistema húmedo tradicional

La construcción húmeda es el método tradicional y más extendido de edificación, caracterizado por el uso de materiales que requieren agua para su fraguado o mezcla. Piensa en el clásico ladrillo y cemento: el agua es fundamental para que el mortero se endurezca y una los elementos.
Materiales y Proceso:
En un sistema de construcción húmeda, los materiales principales incluyen:
Ladrillos y bloques: Cerámicos, de hormigón, de cemento, etc.
Morteros: Mezclas de cemento, arena y agua que unen los ladrillos o bloques.
Hormigón: Compuesto por cemento, agregados (arena, grava) y agua, utilizado para estructuras (losas, columnas, vigas).
Revoques y enduidos: Mezclas a base de cemento, cal o yeso, que se aplican a las paredes para darles acabado y protección.
El proceso generalmente implica:
Cimientos: Excavación y colocación de estructuras de hormigón para soportar el peso de la edificación.
Mampostería: Levantamiento de paredes con ladrillos o bloques unidos por mortero.
Estructura: Construcción de vigas, columnas y losas de hormigón armado, a menudo encofradas y vertidas in situ.
Revoques: Aplicación de capas de mortero a las paredes para nivelar y proteger.
Acabados: Colocación de pisos, azulejos y pintura, que también pueden requerir agua en sus procesos de instalación o limpieza.
Ventajas:
Robustez y durabilidad: Las edificaciones húmedas son conocidas por su solidez y larga vida útil.
Resistencia al fuego: Muchos materiales, como el hormigón y el ladrillo, son altamente resistentes al fuego.
Aislamiento térmico y acústico: Si bien puede requerir materiales adicionales, los muros densos ofrecen una buena inercia térmica.
Disponibilidad: Los materiales son ampliamente producidos y distribuidos.
Mano de obra: Es un sistema conocido y dominado por la mayoría de los constructores.